El mundial…

Pues el otro día estaba haciendo memoria. Yo tenía casi 9 años cuando en el mes de junio de 1986, mi papá iba por nosotros a la escuela, nos recogía temprano y nos llevaba al estadio azteca. Había comprado abonos para todos los partidos a jugarse en el coloso de Santa Úrsula y en Ciudad Universitaria, que eran los dos estadios cercanos a mi casa. Recuerdo un partido, México contra Bulgaria, en el que Rocco se quedó jetón. Claro, tendría casi 5 años!
Sigo recordando aquellos días. Aunque niño, ya disfrutaba mucho de aquel ambiente mundialista y del futbol. Aclaro que me gusta más el día de hoy.
Con el paso de los años cuando pienso en los mundiales, no logro evocar algún recuerdo en el que no esté mi padre, disfrutando de un buen partido. Cómo ha pasado el tiempo. Hace dos mundiales ya, que estaba recorriendo con mochila a cuestas, toda Europa, solo. Cada vez que hay un mundial me pregunto lo mismo: ¿Qué estaré haciendo el próximo mundial? ¿Dónde estaré? La vida ha girado tanto últimamente, en el último par de años que no me atrevería a vaticinar nada. Solamente quiero que cuando llegué el partido inaugural, sea feliz. Eso es la vida, crear recuerdos para que la gente querida se acuerde de nosotros siempre. Mi papá nos dejó todos aquellos grandes recuerdos; incluso las nimiedades ahora toman dimensiones enormes! Qué grande fuiste, papá! Muchas gracias!