Después de más de un año, de acontecimientos impactantes en la vida de este pobre escritor, he decidido escribir aunque sea un par de palabras nuevamente. Resulta que el fin de semana pasado revisé el blog de Don Rosco, y me acordé que yo tenía mi propio blog! así es, con eso de que en el trabajo está bloqueado el ingreso a blogs (cohersión de la libertad de expresión acaso??), pues ya ni siquiera me acordaba de visitar el propio blog de mi hermano. Que triste cosa. Pero ahora escribiré algo por lo menos semanalmente. Espero que también mi esposa Moni lea lo que escribo, pues su alimentación será muy valiosa. Eso si, intentaré (no lo prometo) ser un poco menos anarquista, o si lo prefieren decir, menos Rojo.
Éstos últimos días hemos estado en una disyuntiva: comprar un departamento pequeño pero bien ubicado (o por lo menos céntrico) o si de plano compramos una casita en los suburbios. Y es que hoy en día las viviendas en México (D.F.) son literalmente unas ratoneras de 54 m2. NO podría nunca vivir en una. Menos aun cuando llegue el momento de tener hijos.
El sábado estuvimos en casa de mis suegros jugando ruleta. El tiempo voló cual concord ruta Nueva York - París. Ahora afiné un poco mi estratagema. Las probabilidades jugaron a mi favor al principio. Iba ganando $400. Luego no pude medirme. Jugaba cada mano 85 pesos. Solo números bajos. Una y otra vez. Las probabilidades decían que ahora tocaría uno alto. Se repitió una y otra vez la situación. Aumenté la apuesta para recuperarme. Volví a perder. Volví a comprar más lotes. Perdí 300 pesos. Pero al final gané más, porque me la pasé excelenete y mi esposa se divirtió también. Oajlá se repita pronto.
Antes de terminar esta entrada, confieso haber encontrado una estrategia más adecuada y con mayores probabilidades de ganar. Ya les contaré.
Hasta aquí llega un servidor esta semana. Saludos!
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