Cuánto tiempo!

Abandonado había dejado no a propósito este blog, en el que inmerso de sus entradas me veo siempre. Pues hace algunas semanas fuimos a comer a un restaurante francés / belga y cuál sería mi sorpresa, que había cerveza Höengaarden! Entonces pedí una y al primer sorbo me transporté al Año Nuevo que pasamos Jordi, Rocco y el Gordo Joe alias el Perry en la mágica ciudad de Brujas. Llegaba el año 2003 cuando previsores, fuimos a un supermercado a comprar el arsenal con el cual celebraríamos aquel día. No recuerdo con exactitud cuántos sixes de cerveza y de qué tipo, pero eran muchísisismas! Había cerveza blanca (la que hoy describo), la de sabor a durazno, a frambuesa, la de los monjes trapistas, etc. Después de cenar un modesto Kebab, regresamos al hostal. Habíamos dejado previamente las cervezas sobre la cornisa para que se enfriaran (de hecho estaban heladas!) y ahí empezó nuestro festejo. Para las doce, nos fuimos a la Gran Plaza, en donde habían instalado una pista de hielo y ahí cambiamos al whisky, pues la cerveza ya se había acabado. Los australianos que compartían la habitación con nosotros, no pudieron con nuestro paso avasallador. Uno de ellos guacareó la cornisa y ventana. El buen Rosco por su parte, guacareó la alfombra justo a lado de su cama, así que nos fuimos antes de que se dieran cuenta.
En fin, tantos recuerdos por un buen trago de cerveza…

Para no pasar en alto el gran dolor al que fui expuesto el día de hoy, no omito colgar una foto del pedazo de uña que tenía metido en el dedo gordo del pié izquierdo y que me estaba literalmente matando:

No vuelvo a cortarme las uñas yo solo. Cada mes voy mejor al Dr. Sholls. Por $240 me cortan las uñas parejitas y bien, me dan masaje con una crema refrescante y me lijan y liman las uñas. Creo que lo vale.

Y antes de cerrar esta entrada, debo decir que mi primera experiencia en el hipódromo fue muy grata, además creo que apostando con el método francesco puedo ganar o al menos no perder. Le atiné al ganador de las primeras 4 carreras! Ahora le haré caso a Moni: apuéstale bien cuando tengas una corazonada! Eso haré la próxima vez. Seguro ganaré y les contaré aquí mismo. Mientras tanto, intentaré aplicar mi método en la ruleta este próximo fin de semana en Tlayacapan y en 3 semanas en Las Vegas.